El cloud computing es un servicio informático que libera a las empresas y usuarios finales de la necesidad de preocuparse por el mantenimiento de informática de sus sistemas de acceso, gestión y almacenamiento de datos centrales. No requiere una inversión en infraestructuras ni de compra de ordenadores para tal efecto y permite un acceso a la tecnología siempre actualizada y optimizada, además desde cualquier dispositivo conectado a Internet las personas autorizadas pueden acceder a la información y trabajar con ella.
Con el almacenamiento en la nube una parte importante de la seguridad recae sobre la empresa proveedora de los servicios cloud. Los servidores ya no se encuentran, como hace años, físicamente en las empresas y con acceso restringido al administrador de los mismos.
Esta es una de las ventajas más importantes del cloud computing que, sin embargo, suscita dudas en algunos usuarios. En este sentido conviene aclarar que la empresa proveedora de los servicios cloud dispone de la infraestructura informática necesaria para velar por la seguridad de los datos almacenados en sus servidores.
La privacidad de los datos está garantizada por la forma en que estos se encriptan y navegar por el ciberespacio. Los datos se procesan en la nube y permanecen intactos durante la transferencia, almacenamiento o recuperación.
Para evitar que la información sea accesible de forma fraudulenta o no autorizada el cloud computing utiliza mecanismos de control de integridad, gestión de cambios y copias de seguridad.
El control de integridad consiste en verificar que los datos no han sido modificados durante la transacción de la información. Este proceso se aplica tanto a los ficheros como a las copias de seguridad y a los servidores virtuales.
El historial de modificaciones de los datos almacenados en la nube permite detectar qué usuario hizo un cambio y cuándo se produjo. De esta forma se pueden comprar versiones para detectar cuál es la que tiene validez.
Las copias de seguridad que proporciona el almacenamiento en la nube garantizan asimismo la integridad de los datos, ya que se pueden programar copias de seguridad periódicas que permiten volver a una versión anterior en caso necesario.
El acceso a la información por parte de los usuarios está controlado por el administrador del sistema, de forma que se garantiza que solo se utilicen los datos autorizados por parte de las personas autorizadas.
La pérdida de datos debida a un error humano, a un fallo en un dispositivo o a un ataque informático es una de las principales preocupaciones de las empresas por las importantes pérdidas económicas que puede suponer.
Los sistemas de prevención de pérdida de datos que usa el cloud computing se basan en la limitación del borrado voluntario de datos, en la protección frente a software malintencionado y en las copias de seguridad.
En una primera fase, se limitan las opciones de borrado y se blindan los sistemas para evitar el acceso de intrusos. Finalmente, las copias de seguridad permiten recuperar los datos incluso si se produce una avería o en el caso de que las medidas de seguridad previas hubiesen fallado. La restauración es sencilla y rápida.
El cloud computing es un sistema sólido y seguro para los negocios, incluso en el caso de pérdida o robo del dispositivo móvil desde el que se accede a la información, ya sea un portátil, un móvil o una memoria USB. Con el almacenamiento en la nube la información es inaccesible para personas ajenas a la organización.
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